La investigación-acción es una forma de indagación introspectiva colectiva
emprendida por participantes en situaciones sociales con objeto de mejorar la
racionalidad y la justicia de sus prácticas sociales o educativas, así como su
comprensión de esas prácticas y de las situaciones en que éstas tienen lugar. Se
trata de una forma de investigación para enlazar el enfoque experimental de la
ciencia social con programas de acción social que respondan a los problemas
sociales principales. Dado que los problemas sociales emergen de lo habitual,
la investigación-acción inicia el cuestionamiento del fenómeno desde lo
habitual, transitando sistemáticamente, hasta lo filosófico. Mediante la
investigación–acción se pretende tratar de forma simultánea conocimientos y
cambios sociales, de manera que se unan la teoría y la práctica.